
Así podíamos titular la crónica de hoy. Todavía estoy parpadeando de la jugada que Sir Percival realizó ayer cuando con KK apareció en la mesa K A 9. ¡¡¡Trriooooo de KKK!!!
Sir Percival gritaba de alegría mientras que su oponente subía la apuesta y Sir Percival, subía aún más. Su oponente subió una vez más la apuesta y Sir Lancelot le gritaba ¡¡¡ALL-IN!!!, ¡¡¡ALL-IN!!!, en ese momento a Sir Percival se le despredió su famosa pajarita del cuello e intentó recuperarla, buscaba y buscaba pero no la encontraba.
Sir Lancelot le decía ¡¡¡ALL-IN!!!, ¡¡¡ALL-IN!!!, pero Sir Percival estaba más pendiente de su pajarita que del juego en cuestión.
Entonces, viendo Sir Lancelot que Sir Percival no reaccionaba, le gritó de nuevo ¡¡¡EL TIEMPOO!!!, ¡¡¡EL TIEMPOOOOO!!!
Y ocurrió lo que jamas había visto con mis ojos, en medio de una apuesta brutal, EL TIEMPO SE HABÍA ACABADOOOOOOO. No me lo podía creer.
Sir Percival encontró su pajarita pero ya era demasiado tarde. De los 4$ que tenía se quedó con 1,20$ y con su trío de K en la mesa sin terminar la partida.
En ese momento, Sir Percival trató con su espada realizarse el harakiri, ácción que Sir Lancelot evitó de manera inmediata.
A partir de entonces, Sir Percival no paraba de lamentarse del maldito error y no levantó cabeza en toda la noche. Optó por la retirada con sus correspondientes perdidas.
Mientras tanto Sir Lancelot, se quedaba de nuevo solo ante el peligro, pero poco tiempo. En un momento de la noche, llegó a tener 18$, pero en dos jugadas malditas bajo hasta los 8$ y también optó por la retirada.
Al menos para un cubatilla en alguna cantina apartada tenía.
Hecho en falta al resto de caballeros, espero que pronto estemos todos juntos.
Caballeros HONOR Y VALOR.
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