La noche era tranquila y serena, aún así el corazón palpitaba y la sangre golpeaba en mis sienes.
¿Dónde estaban los caballeros?
Tras unos minutos que parecieron horas, arribó Sir Lancelot; portaba en sus brazos una de las princesas más bellas que hayan acariciado los rayos del sol. Ojos grandes y negros llenaban el horizonte. Tras dejarla a buen recaudo partimos en pos de aventuras.
¿Dónde estaban los caballeros?
Como es habitual entramos de lleno en el cuerpo a cuerpo y no es menos cierto, que gracias a la templanza de Sir Lancelot, que me contuvo en innumerables ocasiones, no me lancé al atractivo canto del "all-in pertuti para siempre", pero es que ultimamente el ardor guerrero nubla mi mente.
¿Dónde estaban los caballeros?
No estuve mucho tiempo ya que otros menesteres no tan nobles me reclamaban. Me fui pronto sí, pero es que además me fui ganando unos 6 $, uno de mis mayores logros hasta ahora. Como os digo, con la tristeza en mi rostro, partí dejando a Sir Lancelot en plena batalla y como es habitual en él ganando.
Caballeros, hay que ir a la guerra. Especial recordatorio para sir Gawain, le esperamos con los brazos abiertos.
Sir Percival dixit.
HONOR Y VALOR CABALLEROS.
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